lunes, 10 de febrero de 2014

CLAVES PARA DARTE UN BUEN MASAJE DEPORTIVO

El masaje deportivo es una técnica manual que tiene como finalidad mejorar tu rendimiento y estado físico. Se puede emplear tanto como preparación previa al entrenamiento o competición, como para estirar y relajar la musculatura después de realizar el entrenamiento. Además, se diferencia del resto de masajes porque va orientado a beneficiar a los músculos específicos que se hayan sometido o vayan a someterse a una carga de entrenamiento, siendo los beneficios: prevenir lesiones, aliviar el dolor, estirar y relajar tus músculos mejorando su elasticidad, estimular la circulación sanguínea y relajar tu mente destensando los músculos.
Debes entender el masaje deportivo como una parte de tu entrenamiento, ya que aplicándotelo conseguirás adelantarte a algún posible dolor y, sobre todo, podrás prevenir lesiones. Además, puedes complementar el masaje deportivo con técnicas dedicadas a la enlongación muscular y a la descontracturación. Una correcta aplicación de un masaje deportivo debe perseguir un acondicionamiento óptimo de todos tus grupos musculares, para ello, se debe realizar según una serie de técnicas y siguiendo unas normas:

POSICIÓN CORRECTA

Procura adoptar la posición correcta mientras te das el masaje intentando no descuidar tu cuerpo. Concéntrate en la respiración y en mantener la columna recta para evitar así sobrecargas innecesarias en tus hombros.

AMBIENTE RELAJADO

Crea un ambiente adecuado, con música relajante, buena iluminación y temperatura, sin ruidos, y siempre con una buena actitud para que puedas disfrutar de un buen masaje.

DETECTA LAS TENSIONES

Antes de empezar a darte el masaje realiza una exploración previa con la finalidad de detectar alguna tensión. Palpando los músculos propulsores y estabilizadores de tu tren inferior conseguirás adaptar el posterior masaje.

EVITA LOS CAMBIOS BRUSCOS

La forma de ejecución del masaje debe ser constante, de forma profunda e intensa y evitando cualquier cambio brusco.
Siempre que cambies de grupo muscular debes empezar de forma progresiva para que puedas adaptarte a la sensibilidad de cada uno de ellos. De esta manera evitarás cualquier presión que pueda generar algún tipo de dolor innecesario. Respecto a la dirección del masaje, debes orientar los movimientos en dirección hacia el corazón.

TÉCNICAS DEL MASAJE DEPORTIVO

Por último, las técnicas que debes emplear se distribuyen en cuatro fases (rozamientos, fricciones, amasamientos y vaciamientos):
- Rozamientos: utiliza toda la palma de la mano procurando no perder el contacto con la piel para mantener la temperatura corporal. Sobre todo, no presiones los grupos musculares ya que esta técnica tiene como objetivo estimular la circulación sanguínea y aumentar la sensibilidad de tus músculos.
- Fricciones: en esta técnica debes de colocar una mano encima de la otra para conseguir comprimir el músculo con mayor firmeza, con el objetivo de favorecer el flujo sanguíneo. Vigila el ritmo ya que el movimiento debe ser suave, lento y controlado.
- Amasamiento: coloca las manos contrapuestas y realiza movimientos alternos (como si le dieras puño a la moto con las dos manos, pero en direcciones opuestas). Esta es una técnica en la que tienes que profundizar de forma intensa, debes de presionar el músculo en su inserción y a lo largo de toda su extensión.
- Vaciamiento: es parecido a las fricciones pero se aplica ejerciendo una mayor fuerza. Es la técnica en la que tienes que profundizar de forma más intensa. Su objetivo es drenar al músculo para facilitar la recepción de nueva sangre. Es la última técnica que te tienes que aplicar para eliminar toxinas y disminuir la fatiga muscular.


MASAJE CIRCULATORIO


El masaje circulatorio es el que se efectúa para favorecer y activar el riego sanguíneo, ayudando a la eliminación de toxinas y mejorando el intercambio de gases y nutrientes. De esta forma se va a prevenir las lesiones circulatorias.

Efecto del masaje sobre la circulación
Generales:
El masaje, actúa de dos maneras diferentes:
• Directamente, a través de un efecto mecánico por medio de maniobras que se realizan sobre los vasos.
• Indirectamente, por estimulación de las terminaciones neuromotoras de los vasos.

La aplicación del masaje sobre el sistema circulatorio va a influir en la intensificación del reflujo linfático y sanguíneo desde la zona trabajada, así como en la ampliación de la red periférica arterial, lo cual aumenta el flujo sanguíneo arterial y activa la circulación general, de forma que se establece una nueva distribución de la sangre desde los órganos internos hacia los músculos y piel.
La sangre redistribuida, provoca un incremento de la temperatura local calentando los tejidos y transformando su estado físico y químico.
Masaje sobre la circulación además, el aumento de temperatura se va a extender también a otras zonas alejadas, gracias a las relaciones entre los receptores.
La frecuencia cardiaca no va a variar de una forma sustancial bajo la acción del masaje, en aquellas personas que no están agotadas.

Sin embargo, existen algunas técnicas más enérgicas que sí pueden provocar un aumento de las palpitaciones cardíacas, debido a la excitación de los ganglios del cuello del conducto simpático que se encuentran en las capas más profundas de una determinada zona.
Las técnicas relajantes hacen bajar la frecuencia cardiaca porque aumenta el volumen sistólico del corazón, aumenta el tono del nervio vago, se intensifica el flujo sanguíneo hacia el corazón y se produce una nueva distribución sanguínea
Por último, el flujo de sangre venosa se acelera bajo la influencia del masaje, lo cual facilita el trabajo del músculo cardíaco y mejora la circulación sanguínea en todo el organismo.
Además el masaje presenta la cualidad de actuar sobre la sangre aumentando el número organismo de glóbulos rojos. Por tanto será muy adecuado en casos de anemia, ya que estimula la función formadora de la hemoglobina.
El masaje va a actuar a tres niveles sobre el sistema circulatorio:
• A nivel de la circulación arterial (arterias, venas y capilares).
• A nivel de la circulación venosa.
• A nivel de la circulación linfática (vasos colectores y ganglios linfáticos).

Arteriales

El efecto de las maniobras de masaje va a provocar un estímulo en el flujo sanguíneo arterial y una aceleración de la circulación que se traduce a su vez, en un rubor en la zona.
Este rubor se va a producir por vasodilatación de los vasos periféricos y será más intenso cuanto más constante y profundo sea el estímulo aplicado.

Esta vasodilatación va a ser debida en gran medida a la liberación de acetilcolina, histamina y sustancias histaminoides.
Con el aumento del flujo arterial se produce así mismo un aumento de 02 y de sustancias nutritivas aumentando con ello el metabolismo local. Esto provocará también una mejora del estado trófico de la piel y los tejidos subyacentes.

Aunque el efecto que el masaje produce sobre la circulación arterial no es tan directo como el que produce sobre la venosa, ya que la mayor parte de las arterias están situadas en planos bastante profundos, sí se da una especie de estimulación "de rebote", al tratar de forma profunda las masas musculares.
Esto puede ser observado claramente en los individuos que sufren claudicación intermitente; tras unas sesiones de masaje mejora el color de la piel y la temperatura y desaparece en gran medida, la claudicación; esto demuestra el efecto beneficioso que el masaje provocó sobre las arterias. Mejorando además la circulación colateral de la zona.

Venosos
El masaje va a actuar sobre el sistema venoso, acelerando el flujo venoso y favoreciendo el retorno sanguíneo al corazón, siempre que éste se realice en sentido centrípeto.

Por otro lado, va a mejorar también la acción de las válvulas.

La mejora de la circulación de retorno favorece a su vez, la salida de catabolitos de la zona, aumentando las condiciones de recuperación de la musculatura fatigada.

Este rubor se va a producir por vasodilatación de los vasos periféricos y será más intenso cuanto más constante y profundo sea el estímulo aplicado. Masaje venoso linfático arterial

Linfático

El sistema linfático posee muy diversas funciones: purificadora, de evacuación, de barrera inmunológica, de depósito...
Este sistema, junto al venoso, van a asegurar el drenaje de los tejidos: recogida del agua sobrante y absorción de las disoluciones coloidales que no han sido absorbidas por otros sistemas (proteínas, grasas y otras partículas que penetren en el organismo).
 Por último, el sistema linfático se encarga también de la formación, en los ganglios linfáticos, de los linfocitos y las células plasmáticas inmuno-competentes, que serán la defensa del organismo contra infecciones y la acción de sustancias ajenas al organismo.
Al ser muy fina la membrana de los vasos linfáticos, contiene pocos elementos musculares y hasta las técnicas más suaves de masaje van a acelerar la circulación linfática.
El masaje sobre este sistema provoca un efecto similar al que se provoca a su vez sobre la circulación venosa: vaciamiento de los tejidos y absorción del líquido sobrante y de los desechos tisulares.

Caso de que exista lesión en una zona, este efecto favorecerá también la salida de sustancias tóxicas y extrañas de la zona lesionada y edema tizada, contribuyendo a la desaparición del edema y a su curación con mayor rapidez.




MASAJE

Siempre es agradable recibirlo ya que es beneficioso para el cuerpo tanto físicamente como mental mente y si este lo recibimos al menos una vez a la semana pues mejor y sino una al mes.....