viernes, 28 de marzo de 2014

DESAFIO REVOLUCIONARIO 200 SENTADILLAS EN 5 MINUTOS


“Cuanto más grande el obstáculo, más gloria hay en superarlo” .- Moliere
He visto cientos de programas de entrenamiento recomendados por monitores de gimnasios convencionales. No digo que todos sean malos, pero lo que se repite constantemente es el enfoque tradicional, con las mismas series de las mismas repeticiones, en las mismas máquinas. Con suerte te dejan tocar algún peso libre, pero ahí termina la creatividad.
Como expliqué en “Cómo diseñar un programa de entrenamiento“, debes variar los estímulos que le das a tu cuerpo. Esto te permite trabajar todos tus sistemas energéticos, tus diferentes tipos de fibras musculares, y en el fondo lograr todos los atributos de lo que significa estar fit.
Uno de estos atributos es la resistencia muscular, o capacidad de tus músculos de realizar contracciones repetidas con una carga ligera. Para trabajar la resistencia muscular debes desafiar tus músculos con un número de repeticiones muy por encima de las típicas rutinas de 8-10 repeticiones.
Cuando hablamos de resistencia, mucha gente entiende resistencia cardiovascular, con el equivocado concepto de que se necesitan horas corriendo en la cinta. Un sencillo ejercicio corporal, repetido muchas veces, trabaja tanto la resistencia muscular como la resistencia cardiovascular, en mucho menos tiempo, sin los efectos negativos asociados a largas sesiones de cardio.

El Desafío

Por tanto, hoy te propongo un desafío, una meta.
200 sentadillas en 5 minutos
Así de sencillo, así de corto. ¿Quieres unas piernas envidiables?. Acepta el desafío.
La resistencia muscular es una habilidad en si misma, y la prueba es que pocos corredores de fondo (a pesar de poder correr 40 Km) y pocos culturistas (a pesar de hacer sentadillas con 200 kilos a sus espaldas) pueden superar esta prueba. Si estáis ahí, os desafío! :) .
¿Por qué debes aceptar el reto?:
  • La sentadilla es un excelente ejercicio, que trabaja los músculos más grandes del cuerpo, a la vez. En su momento hablé ya de su importancia para evitar el “síndrome de las patas de pollo”, muy común en los gimnasios modernos. En ese artículo hablaba de la sentadilla con barra, más orientada a ganar fuerza. Hoy me refiero a la sentadilla sin peso, o para ser más exactos, con peso corporal. Si bien hay muchos elementos comunes entre ambas, también hay alguna diferencia; más adelante explico la técnica correcta.
  • Mejora tu movilidad: Como intenté explicar en “Levántate y repara tu cuerpo!“, la vida moderna nos ocasiona serias ‘averías’ anatómicas, que se reflejan en muchos casos en músculos tensos y acortados, articulaciones con poco rango de movimiento,  y un largo etc. La sentadilla es una excelente forma de recuperar buena parte de esa movilidad perdida.
  • Te da información valiosa. En su batalla por recuperar la salud (y por verse bien sin ropa), muchas personas se fijan en un único parámetro, la báscula. Aparte de ser un indicador poco fiable (hay otros mejores), no te dice nada sobre tus capacidades. Si pierdes peso pero no te haces más fuerte, o tu desempeño físico no mejora, algo falla (en muchas dietas mal planteadas lo que pierdes es músculo). Por el contrario, si hoy puedes hacer 50 sentadillas en 5 minutos, dentro de 1 mes puedes hacer 100, y en 2 meses puedes lograr hacer las 200, no debe importante tanto lo que dice la báscula; estás mejorando, seguro!.
  • Es motivante lograr algo que te propones. Y como dicen, el éxito llama al éxito. Si desarrollas la mentalidad de que puedes alcanzar tus metas, esto tendrá un efecto positivo en cualquier otro aspecto de tu vida.
  • Es compatible con otros programas de entrenamiento. Sea lo que sea que estés haciendo, siempre puedes encontrar 5 minutos, 1 ó 2 veces a la semana, para hacer el test, idealmente en días de descanso, y que no tengas previsto hacer entrenamiento de fuerza al día siguiente con sentadilla. La primera vez que lo pruebes, es posible que te cueste caminar durante días; poco a poco, tu capacidad de recuperación mejorará. Aún así serán 5 largos, pero divertidos, minutos.

La sentadilla

A pesar de su aparente simpleza (al fin y al cabo todos nos sentamos y levantamos muchas veces al día), la sentadilla revela importante información sobre las capacidades y carencias de nuestro cuerpo.
Los pasos para realizar la sentadilla perfecta son los siguientes:
  • Cuerpo totalmente recto, con la mirada al frente, manteniendo tanto los abdominales como los glúteos tensos.
  • Pies separados, un poco más abiertos que el ancho de los hombros.
  • Puntas de los pies mirando al frente, con una ligera apertura hacia afuera, no más de 20-30º.
  • Desde esta posición inicial, echa la cadera hacia atrás, doblando ligeramente el torso hacia adelante, mientras desciendes.
  • Durante el descenso, abre las rodillas, intentando mantener las pantorrillas lo más verticales posibles,  y soportando el peso de tu cuerpo en el centro del pie (el talón nunca se debe despegar del suelo).
  • Mantén la espalda recta, con una ligera curvatura lumbar. Nunca debes encorvar la espalda. Para esto, prueba a levantar los brazos por encima de la cabeza.
  • Desciende hasta que los muslos rompan el paralelo con el suelo, o dicho de otra manera, que la cadera esté más abajo de la rodilla. Si en la posición final colocas una canica en la rodilla, ésta debería rodar hacia la cadera. De esta manera estás involucrando los femorales (músculos traseros del muslo) y los glúteos (éste es el secreto para un gran trasero :) ). Si haces la típica media sentadillas que veo a mucha gente, trabajas únicamente los cuádriceps (músculos delanteros), lo que aparte de limitar tu rango de movimiento, genera desequilibrios musculares que pueden derivar en lesiones de rodilla.
  • Desde la posición final, realiza el movimiento inverso, regresando a la posición de partida: cuerpo totalmente recto y cadera totalmente abierta (aprieta esos glúteos!).
Si eres principiante, puedes hacer la sentadilla utilizando un apoyo, a la altura de las rodillas, de tal manera que tu sentadilla termina en la postura sentada. Sentarte y levantarte 200 veces sigue siendo un buen ejercicio :) .

Problemas típicos

  • Despegar los talones: Si al bajar se te despegan los talones del suelo, quiere decir que tienes poca flexibilidad en los tobillos o en la cadera. Para mejorar esto, intenta pasar cada día unos minutos en la posición final de sentadilla. Agárrate a una silla o a cualquier soporte si te cuesta mantener el equilibrio. También ayuda levantar los dedos de los pies, para que mentalmente tiendas a apoyarte más en la parte trasera del pie. Para saber si el problema está en los tobillos, ponte enfrente de la pared, con las puntas de los pies a 12-13 cm de la pared (mídelo). Sin despegar el talón, intenta llegar con la rodilla a la pared. Si no puedes, aquí está tu problema (hazlo con un pie de cada vez). Si tienes suficiente flexibilidad en los tobillos, la cadera es tu limitante. Trabaja en ello.
  • Rodillas hacia adentro: Si las rodillas se van hacia adentro mientras desciendes, puede ser simplemente falta de control de la motricidad o al igual que el caso anterior, el resultado de músculos excesivamente rígidos en los muslos y cadera. Piensa conscientemente en abrir las rodillas a medida que bajas. Si notas que te falta flexibilidad, practica la postura final, en el fondo de la sentadilla, pero empujando las rodillas hacia afuera con los codos, el tiempo que puedas.
  • Espalda encorvada o pecho hacia adelante: Es frecuente que la gente mantenga una postura buena durante las primeras  sentadillas, pero a medida que el cansancio aumenta, los músculos estabilizadores dejan de trabajar, la espalda se encorva y el tronco se viene hacia adelante. Prueba a hacer sentadillas delante de una pared, con los pies a 20-30 cm de la misma, con los brazos extendidos por encima de la cabeza. Mientras desciendes, intenta que tus manos no toquen la pared, para lo cual tendrás que mantener el pecho alto. Ésta es la postura correcta.
Si bien el objetivo es 200 sentadillas en 5 minutos, empieza por las que puedas, y anota tu progreso. Nunca dejes que las ansias de hacer más te hagan perder la técnica.

LA VERDAD SOBRE LAS BEBIDAS DEPORTIVAS Y COMO PREPARARLA EN CA


Recientemente hablé sobre las necesidades de hidratación del cuerpo, y de por qué debemos cuestionar recomendaciones universales como ‘bebe dos litros de agua al día‘. En el caso de la hidratación para deportistas, los enormes intereses comerciales generan todavía mayor confusión.
Los que nos dedicamos al deporte escuchamos constantemente mensajes como: ‘prehidrátate‘, ‘bebe antes de que tengas sed‘, ‘enseña a tu cuerpo a tolerar más líquido‘, ‘tu cerebro no sabe que tienes sed‘, ‘el rendimiento empeora cuando pierdes un poco de líquido‘…
Al igual que otros muchos dogmas (como las dietas bajas en grasa), esta locura es reciente. De hecho en los años 70 los corredores no tomaban mucha agua por miedo a que el peso extra y la perspiración excesiva los ralentizara. Los puestos de bebida (y de aquella bebida=agua) en los maratones eran escasos, y desde luego no se consideraban necesarios en la primera mitad de la carrera. Completar una maratón sin agua era el objetivo último, el verdadero test de fitness. Los ciclistas superaban las 6-7 horas de una etapa del Tour de France con no más de 4 botellines de agua; no se recomendaba más, y no hay ninguna evidencia de que esta práctica fuera peligrosa. Nadie moría de deshidratación.
La moda de los ejercicios aeróbicos y los maratones cambió todo. Creó un enorme mercado que aprovecharon inicialmente compañías de zapatillas deportivas (ocasionando más lesiones de las que previenen). Los fabricantes de bebidas no se querían quedar atrás, e inventaron un nuevo concepto, las bebidas deportivas.


Para crear una nueva industria alrededor de este invento debían lograr convencernos de dos cosas:
1.     No podemos fiarnos de nuestra sed.
2.     El agua no es la mejor forma de hidratación.
Sorprendentemente, lo lograron. Se estima que la industria de bebidas deportivas representará más de 2.000 millones de dólares en el año 2014 (reporte).
¿Cómo lo consiguieron? Con una técnica ya conocida, cuyos pilares son:
1.     Inventa un enemigo. En este caso la deshidratación. A pesar de la falta de evidencia de que la deshidratación fuera un problema para los atletas, parecía algo lógico y tangible. Todo el mundo sabe que al hacer ejercicio sudas. Asociar sudor a deshidratación y fatiga en la mente del público parecía viable.
2.     Vende la solución. Que por supuesto es una bebida con electrolitos para recuperar los que pierdes con el sudor. Y ya que estamos añadimos azúcar, saborizantes y colorantes para hacerla adictiva.
3.     Envuelve el producto con algo de ‘ciencia’: Para lo cual debes financiar estudios, pagar a doctores, crear centros con nombres serios (como el Instituto Gatorade de Ciencias del Deporte) que otorguen cierta credibilidad, y patrocinar mesas redondas, por ejemplo del American College of Sports Medicine (detalle) . El resultado es un buen número de artículos publicados, de dudosa calidad, pero con nombres de doctores reconocidos detrás, todos ellos recibiendo generosas contribuciones.
4.     Hazle buen marketing: Lanza campañas que doten de glamour al producto, que lo hagan diferente, superior. Esto es fácil. Al fin y al cabo compiten con el aburrido e insípido agua. Sólo debes pagar millones a las grandes estrellas (desde Jordan hasta Mesi), a las grandes cadenas de gimnasios para que promocionen tus productos, y sólo para estar seguros, patrocina unos cuantos eventos y juegos olímpicos.


Sus contribuciones consiguieron que instituciones como el American College of Sports Medicine recomendaran “beber todo el líquido que puedas tolerar“, y que se requirieran puestos de bebidas en cada milla de los maratones.
Por mucho que exageren los riesgos de la deshidratación, la realidad es que los casos reportados en pruebas de resistencia siempre han sido extremadamente raros. Sin embargo, hay preocupación ante el aumento de los casos de hiponatremia, a veces con desenlaces fatales. La hiponatremia se produce por beber demasiado, no por beber poco. Este estudio habla de un 13% de corredores con síntomas de hiponatremia, asociados con la ingesta de más de 3 litros de agua durante la carrera, lo cual no es difícil si bebes un poco en cada puesto.
Nos han lavado tanto el cerebro con los exagerados riesgos de la deshidratación que cuando alguien se desvanece en una maratón por síntomas de hiponatremia todo el mundo asume que está deshidratado (una condición mucho menos frecuente), y lo primero que hacen es darle más líquido, magnificando el problema.
Reconociendo los peligros de sus antiguas recomendaciones, el American College of Sports Medicine retiró su recomendación de beber todo lo posible en 2007, pero ésta sigue siendo la técnica usada por muchos.
De nuevo, escuchar tu sed es la mejor forma de evitar problemas.
Hidratación y evolución


Aunque es imposible conocer los hábitos de hidratación de nuestros antepasados, parece lógico pensar que no bebían cada pocos kilómetros. No tenían cómo.
Si hay un grupo sobre la tierra que destaca en las carreras de resistencia, son los keniatas. Un interesanteestudio reciente sobre su hidratación nos da algunas pistas de lo que podría considerarse normal en poblaciones especialmente activas. Según las observaciones de los investigadores, los corredores keniatas ”no consumen fluidos antes o durante el entrenamiento, y con poca frecuencia consumen cantidades relevantes de fluidos justo después del entrenamiento“.
A pesar de los fluidos perdidos durante los entrenamientos, la recuperación del peso corporal al día siguiente es completa, fruto de beber ad libitum (hasta que no tengan sed) durante la tarde. Es decir, escuchando su sed recuperan con precisión milimétrica los fluidos perdidos, sin necesidad de las complejas fórmulas de Gatorade. ¿Y qué beben? Principalmente agua y té con leche.
No estoy diciendo que éste sea el secreto de los keniatas ni que el té con leche sea la nueva bebida de los campeones. Hay sin duda factores genéticos, pero está claro que nuestro cuerpo está bastante bien adaptado a ejercitarse sin un suministro continuo de líquido, y que beber hasta saciarse es probablemente mejor idea que forzarse a beber sin sed.  
Bebidas deportivas y desempeño
Entendiendo por tanto que no te vas a morir si no bebes constantemente mientras haces ejercicio (o simplemente bebes cuando tengas sed), la siguiente pregunta natural sobre las bebidas deportivas es…¿ayudan a rendir mejor?.
Si la historia de los corredores keniatas no te ha convencido, veamos qué dicen algunos estudios (no financiados por los fabricantes).
Un estudio en 10 jugadores de fútbol americano no encuentra diferencias relevantes en ninguno de los parámetros de rendimiento que analizaron.
Este metaestudio (que analiza cinco estudios previos) concluye que beber de acuerdo a la sed ofrece mejor rendimiento que beber por encima o por debajo. También indica que no hay impacto en el rendimiento incluso con una pérdida de líquido de 4,5%.
Textualmente “…utilizar la sed como indicador de sed para la regulación de la ingesta de fluido maximiza el rendimiento…”. Interesante.
Para ser justos, muchos estudios que analizan el rendimiento se basan en pruebas de duración menor a una hora, donde las reservas de glucógeno pueden ofrecer toda la energía necesaria.  Una revisión de 17 estudioscon rangos más amplios de duración en la actividad física (hasta 4 horas) concluye que probablemente no hay ningún beneficio de rendimiento en actividades menores de 70 minutos y la mejora es probable pero no significativa en actividades de mayor duración.
Algunos estudios son más favorables en la mejora de desempeño a partir de la segunda hora (revisión), pero el efecto se debe al aporte de glucosa, no de líquido. Como comenté en ‘¿qué comer antes y después de entrenar?‘, si tu cuerpo se queda sin glucógeno, la fatiga es inmediata, y es razonable pensar que un aporte extra de carbohidrato ayude a postergar ese momento. ¿Pero necesitamos pagarlo a precio de oro?.
Y no olvidemos que podemos eficientar el uso de glucógeno a través de la alimentación y realizando algunosentrenos en ayunas, en vez de abusar de bebidas y geles extraños. Por supuesto otra opción más recomendable es no correr durante 3 horas seguidas :) .
Los absurdos mensajes de los fabricantes
Una revisión reciente de la propaganda (disfrazada de ciencia) de los productos deportivos realizada por el consejo de medicina basada en evidencia nos da una idea del sesgo que existe en las publicaciones que nos intentan convencer de los beneficios de estos productos, y las bebidas isotónicas son un buen ejemplo. En su revisión concluyen que “la evidencia actual no es de suficiente calidad para informar al público sobre los beneficios o riesgos de los productos deportivos. Es necesario mejorar la calidad de las investigaciones“.
Para hacernos una idea de la manipulación de estas compañías, sólo hay que leer algunos artículos respaldados por el Instituto de la ciencia del deporte de Gatorade (producto de Pepsi). Rescato algunas joyas:
Cuando estamos ejercitándonos y sentimos que ya no podemos más hay una razón: estamos deshidratados” (fuente).
En la inmesa mayoría de los casos, cuando sientes que ya no puedes más, el problema no es la deshidratación, sino la falta de glucógeno.
Al perder inclusive una pequeña cantidad de líquidos corporales (p.ej. 1% de peso corporal) se puede reducir el rendimiento” (fuente).
Este mensaje, de un artículo titulado ‘No te fíes de tu sed” es claramente engañoso, y no concuerda con estudios objetivos, como los que comentamos antes.
“Gatorade es mejor que el agua, El agua no tiene sabor y es un reto para la mayoría de la gente activa consumir lo suficiente durante el ejercicio para estar bien hidratado” (fuente).
Si necesitas sabor para beber, no tienes sed. Esta técnica de usar aditivos (edulcorantes, colorantes…) para hacer la bebida más atractiva es sencillamente un engaño.
Cuando los perros y gatos se deshidratan durante la actividad física y se les da la oportunidad de beber agua, beben rápidamente hasta recuperar el agua perdida. La conducta de consumo de líquidos en humanos parece ser mucho más complicada” (fuente).
Vaya, debe ser que todos los animales tienen un buen sentido de la sed menos los humanos. Sin embargo, la mayoría de estudios (ejemplo) demuestran que nuestra sed es tan fiable como la del resto de animales. Sorprendente. 
Bebidas deportivas… ¿para quien?
Asumiendo que el consumo de bebidas deportivas pueda servir alguna utilidad para atletas que compiten en pruebas de resistencia de varias horas, parece claro que este no es el público objetivo. Es un mercado demasiado pequeño. El objetivo de estas empresas es que todo el mundo consuma sus bebidas.
La inmensa mayoría de la población se ejercita menos de una hora (no recomiendo más), y para ellos las bebidas deportivas no tienen ningún sentido.
A pesar de esto es muy frecuente ver a gente en el gimnasio que va a correr un rato en la cinta y a hacer sussesiones de máquinas, con su botella de Powerade en la mano. Créeme, tienen poco riesgo de deshidratación, y esa intensidad no es suficiente para consumir las reservas de glucógeno.
Para ellos estas bebidas son de hecho contraproducentes. No olvidemos que una bebida deportiva típica de 600 ml aporta unas 140 calorías, más de lo que mucha gente quema caminando en la cinta media hora, sin considerar que inyectar glucosa en medio del ejercicio inhibe la quema de grasa. Y después se preguntan por qué no logran resultados.

Y todavía más preocupante. En los últimos años los fabricantes están poniendo énfasis en los niños (sus futuros grandes clientes), convenciendo a colegios y padres de que las bebidas deportivas son mejores que el agua. Textualmente de Gatorade (fuente).
“…a los niños les encanta y, lo que es más importante, les devuelve rápidamente los fluidos y los electrolitos. En condiciones normales, los niños pueden tomar todo lo que quieran, sin que sea determinante para lograr o no una dieta balanceada. Gatorade contiene la mitad de azúcar que contienen los jugos de frutas, las gaseosas regulares y los jugos diluibles. Los menores de 1 año pueden tomar Gatorade en la etapa del destete, cuando empiezan a consumir jugos de frutas y otras bebidas”
Sin duda Gatorade es lo mejor en la etapa del destete, sin palabras… Pronto veremos a niños corriendo en el recreo con un Gatorade en la mano.

Tu propia bebida isotónica
Más allá de todo el marketing y la pseudociencia, una bebida deportiva es simplemente una mezcla de agua, electrolitos y azúcares.
Mi bebida deportiva favorita es el agua de coco, que contiene electrolitos (como potasio y magnesio), un poco de azúcar y vitaminas. Si no es fácil conseguirlo donde vives, y realmente necesitas entrenar muchas horas, puedes prepararte una bebida deportiva casera, ahorrando mucho dinero y evitando ingerir más colorantes y aromas industriales de los necesarios.
Ingredientes:
·         Un litro de agua, el componente mágico.
·         Media cucharada de sal, para reponer sodio.
·         Media cucharada de bicarbonato de sodio. Además del aporte extra de sodio, se cree que ayuda a reducir el ácido láctico y postergar la fatiga muscular (estudios).
·         El jugo de 2 limones, que además de mejorar el sabor y actuar de preservante, aporta más electrolitos, como potasio.
·         Una cucharada de azúcar, por su aporte de glucosa y fructosa, que ayudan a reponer las reservas de glucógeno. Puedes utilizar más en función de la duración del ejercicio, pero si el objetivo es perder peso, modérate. En cualquier caso, tienes que pasarte mucho para llegar al nivel de lo que aporta una bebida deportiva industrial.

Algunos prefieren utilizar miel en vez de azúcar, aunque aporta más fructosa que glucosa hay estudios que respaldan su capacidad para mejorar el rendimiento en pruebas de resistencia (artículo).

En resumen, las bebidas deportivas no aportan nada a la inmensa mayoría de personas que no entrenan durante horas, e incluso aquellos que sí lo hacen pueden lograr el mismo resultado de manera natural y económica. 

jueves, 20 de marzo de 2014

TUNEL TARSIANO


¿Qué es el túnel tarsiano?
El túnel tarsiano es un espacio angosto ubicado dentro del tobillo junto a los huesos del tobillo. El túnel está cubierto por un grueso ligamento (el flexor retinaculum) que protege y contiene las estructuras (arterias, venas, tendones y nervios) dentro del túnel. Una de estas estructuras es el nervio tibial posterior, foco del síndrome del túnel tarsiano.


¿Qué es el síndrome del túnel tarsiano?
El síndrome del túnel tarsiano es la compresión o el pinzamiento del nervio tibial posterior que produce los síntomas en cualquier parte a lo largo del nervio. El nervio tibial posterior corre por el interior del tobillo hacia el pie.
El síndrome del túnel tarsiano es similar al síndrome del túnel carpiano que se presenta en la muñeca. Ambos trastornos surgen por compresión de un nervio en un espacio limitado.
Causas
El síndrome del túnel tarsiano es causado por cualquier cosa que provoque una opresión del nervio tibial posterior, como sería:
  • Una persona que sufre de pie plano está en riesgo de desarrollar el síndrome del túnel tarsiano pues la inclinación hacia afuera del talón que ocurre en los casos de arcos “caídos” puede producir tensión y compresión del nervio.
  • Una estructura dilatada o anormal que ocupa espacio dentro del túnel puede comprimir el nervio. Entre algunos ejemplos se incluyen: várices, quistes de ganglio, tendones inflamados y protuberancia ósea artrítica.
  • Una lesión, como un esguince, puede producir inflamación e hinchazón en o cerca del túnel, resultando en la compresión del nervio.
  • Las enfermedades sistémicas como la diabetes o la artritis pueden provocar inflamación y así comprimir el nervio.
Síntomas
Los pacientes que presentan el síndrome del túnel tarsiano experimentan uno o más de los siguientes síntomas:
  • Hormigueo, ardor o una sensación similar a un choque eléctrico
  • Entumecimiento
  • Dolor, incluso dolor punzante
Generalmente los síntomas son percibidos en el interior del tobillo y/o en la planta del pie. En algunas personas los síntomas pueden ser aislados y presentarse solamente en un lugar. En otras, se puede extender al talón, al arco, a los dedos e incluso a la pantorrilla.
A veces los síntomas del síndrome se presentan repentinamente. Con frecuencia son ocasionados o agravados por el uso abusivo del pie, como mantenerse de pie, caminar o ejercitarse durante un tiempo prolongado, o comenzar un nuevo programa de ejercicios.
Es muy importante comenzar un tratamiento temprano si presenta alguno de los síntomas del síndrome del túnel tarsiano. Si no es tratada, la condición progresa y puede resultar en daño permanente al nervio. Además, dado que los síntomas del síndrome del túnel tarsiano pueden confundirse con otras condiciones, una evaluación adecuada es esencial para poder realizar un diagnóstico correcto.
Diagnóstico
El médico de pie y tobillo examina el pie para llegar a un diagnóstico y determinar si existe pérdida de sensibilidad. Durante este examen, el médico sitúa el pie y golpea suavemente sobre el nervio para intentar reproducir los síntomas. Él o ella también presionan el área para ayudar a determinar si existen pequeños bultos.
En algunos casos, generalmente si se sospecha la presencia de un bulto o en los casos en los cuales el tratamiento inicial no reduce los síntomas, se indican estudios de imagenología avanzada. Además, estudios especiales para evaluar problemas en los nervios (electromiografía y prueba de velocidad de conducción nerviosa (EMG/NCV)) pueden ser indicados si la condición no mejora con el tratamiento no quirúrgico.









MASAJE

Siempre es agradable recibirlo ya que es beneficioso para el cuerpo tanto físicamente como mental mente y si este lo recibimos al menos una vez a la semana pues mejor y sino una al mes.....