Las roturas de fibras o desgarros musculares, son lesiones
musculares que pueden producirse de una manera directa, como consecuencia de
una contusión, o mucho más frecuentemente, de una manera indirecta, como
consecuencia de una elongación brusca del músculo generalmente producida por una contracción
rápida y fuerte del mismo.
Los músculos
son estructuras contráctiles altamente vascularizadas e inervadas, por lo
tanto, cuando se produce una rotura de fibras o rotura fibrilar, siempre viene precedido de un dolor agudo
concreto y localizable.
Las personas que las sufren, en ocasiones describen
estos dolores como si hubieran recibido una “pedrada” sobre todo cuando son ocasionados en la parte
posterior de la pierna, concretamente en el gemelo o gastrocnemio, de ahí que a
la rotura de fibras del gemelo se le denomine
“Síndrome de la pedrada”
La gravedad de las roturas de fibras viene derivada
por múltiples factores, localización, tamaño y morfología de la rotura, edad,
enfermedades coexistentes, estado de salud general...
Hay multitud de tipos de clasificación de estás
roturas pero en general vienen determinadas por el número de fibras musculares
que se desgarran en la lesión.
Pudiendo haber roturas de fibras muy pequeñas que se
miden en milímetros (también llamadas micro-roturas) o roturas fibrilares que
pueden llegar a varios centímetros de longitud.
¿EN CUÁNTO TIEMPO SE ME PUEDE CURAR UN DESGARRO MUSCULAR O
ROTURA FIBRILAR?
El tiempo de recuperación de una lesión muscular de
estas características varia considerablemente dependiendo de varios factores;
el tipo y tamaño de la rotura muscular, el tratamiento recibido, aspectos
propios de la persona que lo padece
(estado de salud, peso, edad, sexo…)
En términos generales, asumiendo que se realiza un
proceso de rehabilitación adecuado y que los plazos dados pueden ser distintos
dependiendo de las características de cada individuo, las roturas de fibras
tienen estos tiempos aproximados de curación:
·
Grado 1 o leve: 8 a diez días.
·
Grado 2 o moderado: De tres a cuatro
semanas.
·
Grado 3 o grave: Tres semanas a un mes.
En este post, tomaré como referencia un caso típico
como puede ser una una rotura de fibras grado 2 o moderada en la extremidad
inferior, donde recibiendo un correcto tratamiento en 15 o 20 días puede estar
solucionada.
Los tratamientos los serán realizados por
masajistas, Quiromasajista, o
fisioterapeutas con experiencia en la rehabilitación.
PRIMEROS DÍAS DESPUÉS DE UNA ROTURA DE FIBRAS:
FASE AGUDA (DE 1 A 5 DÍAS)
1. Aplicación de frio.
El más recomendable cuando tenemos una rotura de
fibras es la aplicación de hielo sobre la zona donde se ha producido la rotura,
la aplicación de frío en la zona, genera una vasoconstricción de las capilares
y vasos rotos lo que reducirá el sangrado en la zona y favorecerá los procesos
de reparación posteriores. De esta manera, reduciremos los efectos negativos de
un proceso inflamatorio y de sangrado exagerado.
A continuación detallo la información para que sepáis
que tratamiento aplicara el profesional en vuestro dolor.
¿Cómo aplicar frio en una lesión?
Además debemos tener en cuenta que en el caso de las
roturas de fibras donde no se ha roto el tejido fascial que envuelve al
músculo, el sangrado y la inflamación pueden quedar encapsulados, aumentado la
presión en la zona de la rotura y generar aun más dolor e inflamación. Por todo
ello, la aplicación de frío en la zona en los primeros momentos de la
generación de la rotura fibrilar es un aspecto fundamental para reducir los
tiempos de recuperación.
2. Masaje drenante.
Es muy recomendable en las primeras fases después de
una rotura fibrilar, la realización de una masaje drenante, el drenaje
linfático manual y otras técnicas de masaje drenante ayudan a evacuar el exceso
de inflamación que se produce, mejorando así el cuadro doloroso característico
de los primeros días y poniéndose las bases de una correcta recuperación
posterior.
3. Arcilla roja.
Un remedio muy aconsejable para los primeros días
después de la generación de una rotura de fibras es la aplicación de un
emplasto de arcilla roja sobre la zona afectada, de la misma manera que sucede
con el masaje drenante la aplicación de este emplasto tiene como objetivo
mejorar y drenar el exceso de líquido extravasado que se produce en estos
casos, acelerando la puesta en marcha de los procesos fisiológicos de
recuperación y regeneración de la lesión muscular.
¿Cómo prepararlo? Solo realizarlo bajo
supervisión del profesional
Se compra en polvo en la herboristería, se mezcla
con agua hasta realizar una pasta. Se incluye a la mezcla, un pequeño chorro de
vinagre de vino tinto (se tratará de una pequeña cantidad, 50ml
aproximadamente. Para las pieles muy sensibles se aconseja prescindir del
vinagre en la mezcla ya que puede irritar la piel) Se aplica generosamente
sobre la zona afectada, acto seguido, se tapa con papel absorbente y se realiza
un vendaje para mantenerlo firme en su sitio. Recomiendo dormir toda la noche
con él, y por la mañana retirarlo repitiendo el proceso 3 o 4 noches
(El tiempo de aplicación del emplasto
también dependerá de la gravedad de la rotura)
4. Reposo.
Como norma general en las roturas fibrilares siempre
hay que guardar reposo relativo, lo más importante en los primeros estadios de
las mismas es NO solicitar la musculatura afectada e intentar, en la medida de
lo posible, poner la musculatura en una posición de relajación, esto tendrá dos
funciones básicas, disminuir la tensión y el tono muscular y aproximar los
extremos de la rotura de fibras para facilitar así su recuperación.
5. Movilización pasiva suave.
Transcurridos dos o tres días después de una rotura
de fibras es recomendable realizar pequeños y controlados ejercicios de
movilización pasiva (respetar siempre
las sensaciones de dolor) dentro de las pautas de reposo relativo podemos
movilizar las articulaciones que se relaciona con la musculatura afectada, esto
provocará un efecto de bombeo estimulador de la circulación sanguínea.
Se podrá aplicar el Tapping neuro muscular como
refuerzo en recuperación.
FASE DE INICIO DE LA RECUPERACIÓN (DEL 5 A 10 DÍA)
1. Aplicación de calor.
Una vez la rotura de fibras pasa a un proceso de
consolidación, en la que la fase aguda de inflamación rubor y calor se ha
pasado, (lo cual en roturas de fibras moderadas grado 2 suele ser al 4-día)
podemos aplicar calor local y suave sobre la zona. En esta fase queremos
mejorar e incentivar los procesos de curación del desgarro muscular y el calor
en la zona mejorará y activará la circulación de la zona.
2. Movilización activa.
A partir del cuarto a quino día es recomendable
empezar a activa la zona dañada mediante movimiento suave. Debe realizarse de
manera cuidadosa y controlada, ya que en la fase de recuperación el músculo se
verá beneficiado de una movilización y contracción activa del mimo, esto
mejorara y orientará de manera adecuada las fibras musculares, mejorando el
proceso de cicatrización y evitando las fibrosis y adherencias musculares
típicas de estos procesos.
En el caso de
una rotura de fibras en el músculo gastrocnemio o gemelo se tratarían de
ejercicios de movilización activa sin carga donde la contracción es activa pero
no tiene que vencer una fuerza externa intensa, y por lo tanto la contracción
es leve, suficiente para estimular el proceso de recuperación pero cuya
tracción es insuficiente como para afectar a la lesión.
3. Masaje drenan circulatorio y de relajación muscular.
En esta fase, es muy aconsejable aplicar masaje
sobre la musculatura, con el objetivo de estimar la circulación sanguínea y
evacuar los residuos producidos por el proceso de reparación, así como relajar
el tono muscular, sembrando y abonando el terreno para una correcta
cicatrización.
FASE DE RECUPERACIÓN PARCIAL (10 DÍA EN ADELANTE)
1. Vendaje compresivo.
En esta fase de recuperación, es muy interesante
realizar un vendaje ligeramente compresivo en la zona, previo al ejercicio de
carrera suave o al ejercicio de activación del músculo lesionado, en esta fase
se recomienda realizar contracciones isométricas y ejercicios que no impliquen
un esfuerzo contráctil intenso y repentino de la musculatura dañada. (Una buena
recomendación pueden ser ejercicios suaves en el agua)
2. Estiramientos suaves.
A parir del décimo día aproximadamente, podemos
realizar ejercicios de estiramiento suaves indoloros, (el dolor siempre ha de
ser una guía para realiza todos los ejercicios que se recomiendan) en casos de
recuperación de las roturas de fibras y pasada la fase aguda donde hay dolor en
reposo, el dolor producido por alguno de los ejercicios recomendados siempre
nos indica que la cicatrización se está viendo agredida, por lo tanto, a la
hora de estirar o realizar alguna actividad suave para readaptar al músculo la
sensación dolorosa que tengamos siempre ha de ser una guía para parar o moderar
el ejercicio.
3. Ejercicios readaptación muscular en carga.
En esta fase (En el contexto de una rotura de fibras
en miembro inferior) se podría hacer un ejercicio de carrera suave, además de
algún otro ejercicio de contracción indolora de la musculatura afectada,
siempre teniendo cuenta que los tiempos y la intensidad deben ser moderados y suaves.
FASE DE RECUPERACIÓN TOTAL (DE 20 DÍAS EN ADELANTE)
1. Ejercicios activos más intensos.
Para buscar una readaptación muscular completa, en
esta fase, debemos ir aumentando de manera progresiva la duración e intensidad
del ejercicio físico, siempre evitando contracciones bruscas intensas de tipo
balístico que pueden volver a dañar la musculatura.
No debemos
olvidar que aunque en esta fase el músculo se encontrará casi completamente
curado todavía corremos el riesgo de que la musculatura se vuelva a lesionar,
por lo tanto, debemos ser muy prudentes a la hora de realizar ejercicios
intensos como chutar un balón y otros que requieran una contración fuerte y
repentina de la musculatura implicada.
2. Estiramiento más intensos.
En esta fase de recuperación los estiramientos
musculares deben ser más intensos, buscando una mayor exigencia en los mismos,
debemos recuperar la flexibilidad y la elasticidad muscular perdidas, es
aconsejable que la exigencia de los estiramientos se vayan aproximando a la musculatura
del lado contrario no afectado, siempre
aplicando las reglas mencionadas de prudencia y sentido común.
3. Masaje transverso profundo a las fibras en caso de
adherencias o fibrosis. (Tipo Cyriax)
Es muy habitual que como consecuencia de los
procesos de reparación y cicatrización de una rotura de fibras se produzca un
callo o cicatriz engrosada que se traduce en una fibrosis muscular así como
adherencias entre planos musculares, para evitar que se produzcan estos
inconvenientes es aconsejable en estas fases realizar un masaje transverso
profundo tipo Cyriax, de esta manera, conseguiremos romper dichas adherencias y
fibrosis, así como mejorar el estado de la cicatriz muscular así como el
deslizamiento entre planos musculares.
En todos los tratamientos se puede aplicar también
la técnica de tapping neuro muscular.