Las zonas reflejas son puntos nerviosos, cada uno de
los cuales se comunica con otros en partes distantes del cuerpo.
La naturaleza había previsto que el hombre anduviera
descalzo y que, al caminar sobre el terreno áspero activara las zonas reflejas.
Pero las superficies sobre las que andamos ya no son ásperas y escabrosas, sino
planas y asfaltadas.
Si añadimos a ello el uso incorrecto del calzado que
oprime el pie y le corta o limita el riego sanguíneo, el resultado es que
dichas zonas reflejas se ven incapaces de llevar acabo sus propias funciones. A
través del masaje en la zona refleja conseguimos un mejor riego sanguíneo de la
zona y el órgano con ella relacionado.
La reflexología es la técnica manual que se aplica
con los dedos de las manos del terapeuta sobre los pies del paciente: plantas,
zonas laterales y parte superior, las manos: palma y dorso, y en las
extremidades inferiores: pie, tobillo, pierna, rodilla, muslo y cadera, y
superiores: mano, muñeca, antebrazo, codo, brazo y hombro.
Se practica realizando presiones, palpaciones o
fricciones a determinados puntos precisos del píe con el objetivo de actuar de
forma refleja sobre los órganos, articulaciones, glándulas y sistemas del
cuerpo humano.
Esta disciplina ayuda a estimular las funciones del
organismo y contribuye a prevenir dolencias y restablecer la salud, aumentando
la capacidad de regeneración y de autocuración del propio cuerpo.
La Reflexología reduce el stress
Cuando no lo dominamos bajan las defensas del
organismo y nos hacemos más susceptibles a las molestias físicas y a la
enfermedad. Se estima que el 75% de todas las enfermedades tienen su origen en
el Sistema Nervioso.
La estimulación de las terminaciones nerviosas envía
estimulación a la médula espinal y al cerebro y estos envían instrucciones a
los órganos y a los músculos.
REFLEXOLOGÍA PODAL
La zona de cabeza y cuello, es donde encontraríamos
reflejados los sentidos y el área nerviosa por excelencia, el cerebro y anexos.
Para trabajar esta zona, trabajaremos la zona del pie correspondiente a los
dedos y la parte de su base, que corresponde a la zona de la cabeza, cuello y
hombros, zonas por excelencia donde acumulamos el estrés.
En el tejido nervioso hay canales eléctricos; en
ellos chocan o se corrompen diversos factores. Cuando las vias neuronales se
deterioran, la función nerviosa se entorpece, los mensajes son llevados
lentamente y sin fiabilidad, o no son llevados en absoluto, con lo cual los
procesos corporales operan a niveles menos óptimos.
El reflexólogo estimula más de siete mil nervios
cuando toca el pie, con lo que se consigue la apertura y la fluidez de las vias
neuronales. La Reflexología mejora la circulación: el stress y la tensión
fuerzan el sistema cardiovascular y restringen el flujo de la sangre.
Empezaremos la sesión con el paciente mediante
técnicas de preparación que lo desinhibirán. En la zona que nos comprende para
liberar el estrés:
CABEZA-CUELLO: Con los dedos primero y tercero de la
mano izquierda fijamos la articulación proximal del dedo del pie que vamos a
trabajar. Mientras con el segundo dedo separamos el dedo del pie continuo, con
el primer y segundo dedo de la mano derecha fijamos la yema y la uña y con el
tercero.
Fijamos la articulación media del dedo del pie que
vamos a tratar, acto seguido realizamos una ondulación del dedo el pie
flexibilizando al máximo, después hacemos giros a derecha e izquierda y
terminamos cruzándolo con el siguiente dedo.
Pasamos al siguiente dedo del pie actuando de la
misma manera, en este caso podemos utilizar el cuarto dedo de la mano derecha
para separar el dedo del pie que acabamos de trabajar.
REFLEXOLOGÍA MANUAL
La reflexología de la mano es la práctica de
trabajar las zonas reflexógenas de la mano para influir en el resto del cuerpo,
aplicando técnicas de presión sobre la mano (al igual que hacemos en la
reflexología podal), para interrumpir las tensiones, actuando a través de la
comunicación con el cuerpo en su propio lenguaje.
La reflexología de la mano, como complemento o
acción paralela a la podal, constituye una técnica profesional muy
evolucionada, en lo que a diagnóstico y tratamiento se refiere.
Cuando se trata de aplicar un masaje reflejo a un
paciente, se establecerán unos parámetros esenciales de relajación y de
elasticidad, para conseguir una rápida preparación de la mano, una vez
preparada, pasaremos al tratamiento, que consistirá en presionar y masajear las
zonas y puntos reflejos que cuidadosamente habremos escogido, con el análisis
visual y el examen táctil.
Cada mano representa la mitad del cuerpo, la mano
derecha el lado derecho y la mano izquierda el lado izquierdo. Así la columna
vertebral queda dividida en dos mitades, correspondiendo a cada mano un área de
la columna a lo largo del borde interno. Para representar la totalidad del
cuerpo sobre las manos éstas deben colocarse una junto a la otra con las palmas
hacia abajo.
Trabajaremos los puntos reflejos 6,9, 12,
correspondientes a cabeza, nuca y sinus frontal.
También los relativos a la espalda 18, 19, 20 y 21;
cervicales, dorsales, lumbares, sacro y coxis, respectivamente.
Y el punto 63, el punto reflejo liberador de estrés,
situado en la palma de la mano, cerca de la base del dedo pulgar.
Se trata de trabajar los sistemas nerviosos para
liberar el estrés y trabajar el sistema ostro-mio-articular.
SISTEMA OSTEO-MIO-ARTICULAR:
Rodilla, codo, brazo (húmero, tríceps braquial)
hombro ( omoplato ), deltoides, trapecio, glúteo, coxis, rodilla interna,
sacro, lumbares, dorsales, cervicales, nuca, cráneo, mandíbula ( maxilares ),
diafragrna, muslo ( cuadricep),(fémur) cadera, sien.
SISTEMA NERVIOSO:
Plexo solar (der. mesentérico, izq. celiaco),
cerebro, cerebelo, hipotálamo/hipófisis ( der .adenohipófisis, izq.
neurohipófisis ), cerebelo, bulbo raquídeo, médula espinal, sistema nervioso
vegetativo (simpático y parasimpático), nervio ciático, trigémino, centro del
equilibrio.
PATOLOGIAS DEL SISTEMA NERVIOSO
Mediante la reflexología podremos tratar las más comunes:
Estrés ó Síndrome General de Adaptación (SGA): plexo
solar, cerebro, cerebelo, bulbo raquídeo, medula espinal, hipófisis,
suprarrenal, hígado, bazo, estomago, páncreas, puntos linfáticos (ganglios y
cisternas), timo, apéndice, placas de Peyer, medula ósea (articulación
coxofemoral y escapulo humeral), amígdalas, senos frontales (adenoides),
intestino delgado, vaciaje de colon, es importante relajar pulsando con la
respiración abdominal, caricia en la zona del raquis que genera contra Entropía
y carga de energía dinámica.
Ansiedad: plexo solar, cerebro, cerebelo,
bulbo raquídeo, medula espinal, hipófisis, hígado, corazón, riñón, intestino
delgado, vaciaje de colon, es importante relajar pulsando con la respiración
abdominal, caricia en la zona del raquis que genera contra Entropía y carga de
energía dinámica.
Depresión: plexo solar, cerebro, cerebelo,
bulbo raquídeo, medula espinal, hipófisis, suprarrenal, hígado, bazo, estomago,
páncreas, corazón, riñón, timo, apéndice, intestino delgado, vaciaje de colon,
es importante relajar pulsando con la respiración abdominal, caricia en la zona
del raquis que genera contra Entropía y carga de energía dinámica.
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