Puntos gatillo, todos habremos oido alguna vez este
término, también conocido como “triggers points” y en la jerga popular como
“tengo una pelota aquí”... pelota, nódulo, tendón son otras de sus
denominacionnes populares, pero ¿que son realmente los puntos gatillo?
Hay un libro, el “Tratado de Travell y Simons“ que
habla muy extensamente de estos puntos, tipos, localización, dolor referido,
tratamiento, sintomatología.
Este libro localiza en cada músculo la zona o
zonas más tendentes a presentar triggers points.
Estos nudos de contracción son formaciones
microscópicas que se corresponden con sitios de actividad eléctrica espontánea
en la zona de la placa terminal, provocados (entre otras causas) por una
disfunción vasculo-nerviosa que además es mantenida por la contracción
provocada.
Características de los puntos gatillo
Dolor circunscrito espontáneo o a la presión digital
en un área de consistencia nodular.
El nódulo doloroso se encuentra en una banda tensa
palpable de fibras musculares (esta es la causa por la que comunmente se dice
“tengo un tendón aqui…”).
El paciente puede reconocer como familiar el dolor
evocado por la presión ejercida sobre el punto gatillo El dolor puede referirse
a áreas distantes siguiendo un patrón característico de cada músculo.
Respuesta local de sacudida o contracción muscular
espasmódica por presión digital o por penetración con aguja del punto gatillo.
Limitación dolorosa del movimiento.
Cierto grado de debilidad en el músculo afectado.
Hipersensibilidad en áreas alejadas.
Fenómenos regionales autonómicos y trastornos de la
propriocepción.
Los puntos gatillo tanto sintomáticos como latentes,
pueden ser causantes de muchas sintomatologías debido a los dolores referidos.
Pueden dar síntomas a distancia, en otros músculos y en estructuras como el
ojo, el oído, la faringe, dientes y muelas, vísceras torácicas, abdominales o
pelvianas, articulaciones, huesos y tendones. Y en muchos casos es necesario el
tratamientio específico de estos puntos para eliminar completamente el dolor.
La única forma de establecer el diagnóstico de punto
gatillo se basa en la historia de vida y en el examen manual/digital de la
musculatura. No existe ningún estudio que permita detectarlos. El dolor
vinculado a puntos gatillo tiene una respuesta escasa o nula a los fármacos
analgésicos, antiinflamatorios, opiáceos, sedantes, miorrelajantes y
antidepresivos.
Cómo podemos evitarlos
Con las recomendaciones de toda la vida pero que
poco prácticamos: intentando estar más relajados, es decir, no estresarnos.
Mantener una postura correcta, ya que el mantenimiento de posturas incorrectas
favorece la aparición de estos puntos por sobresolicitación de unos músculos y
sobreestiramiento de otros. Estirar, al menos suavemente todos los días.
Mantener una vida activa, realizar, al menos, ejercicios suaves. Y escuchar
nuestro cuerpo y empezar a solucionar las leves molestias antes de que sea
demasiado tarde.
Por definición, un P.G. es una zona minúscula (con un
diámetro entre 0.5 y 1 centímetro) altamente irritable localizada en el
interior de un músculo, que se presenta rígido a la palpación y que produce
dolor, limitación en la amplitud del estiramiento y debilidad sin atrofia ni
déficit neurológico. En ocasiones puede dar lugar a fenómenos autónomos
(vegetativos) y distorsión de la sensibilidad propioceptiva.
El P.G. es el
generador del dolor.
Los P.G. son
haces de miofibrillas hiperirritables que se disponen anárquicamente como
anudadas, en el interior de la banda tensa, dentro del músculo. Este hecho
provoca una disminución de la elasticidad de ese músculo y de su fascia.
Los P.G. se
pueden encontrar estratificados unos encima de otros, situados en músculos
superpuestos (en el momento del tratamiento deben ser liberados secuencialmente
uno a continuación de otro, comenzando por el más superficial, más activo y más
reciente).
TIPOS DE
PUNTOS GATILLO:
En la
práctica clínica habitual nos podemos encontrar con tres tipos de P.G.
miofasciales:
A) PUNTOS
GATILLO ACTIVOS.
Son dolorosos sin estimulación. Siempre sensibles,
el paciente los siente como un punto de dolor constante. El dolor aumenta al
palpar el músculo, al presionarlo, al movilizarlo y al estirarlo.
B) PUNTOS
GATILLO SECUNDARIOS.
Suelen
desarrollarse como respuesta a la sobrecarga existente en la zona cuando los
músculos agonistas y antagonistas del afectado tratan de compensar o ayudar a
este músculo dañado.
C) PUNTOS
GATILLO LATENTES O SATELITES.
Se desarrollan dentro de la zona de referencia del
P.G. activo original. No ocasionan dolor durante las actividades normales. Solo
son dolorosos a la palpación. Son capaces de provocar los mismos fenómenos
motores, autónomos y sensoriales, como consecuencia de un estimulo adecuado, comportándose
de esta forma como los P.G. activos. Son activados por frío, calor, cambios de
la presión atmosférica, daño repetitivo, síndrome atlético del fin de semana,
etc.
El
diagnostico del S.D.M. se basa en la exploración meticulosa y en los hallazgos
clínicos, fundamentalmente en la localización manual de los P.G. e
identificación de las zonas de referencia. No existen datos de laboratorio ni
radiológicos objetivables que puedan correlacionarse con los hallazgos
clínicos.
COMO BUSCAR
E IDENTIFICAR LOS P.G.
Los P.G. se
identifican por medio de la palpación, en primer lugar superficial y
posteriormente profunda. Se necesita para ello cierta practica, habilidad y un
buen tacto.
1. Palpación
superficial: Se realiza en primer lugar para localizar el área sospechosa de
actividad de un P.G.
2. Palpación
profunda: Al explorar profundamente la zona para encontrar el área de P.G. y la
banda tensa que lo engloba, se puede encontrar: hiperirritabilidad,
inmovilidad, sensibilidad dolorosa, edema, tensión, contractura muscular y
cambios fibróticos.
El P.G. se
palpa como un nódulo, doloroso o hiperdoloroso, duro, muy pequeño, con un
tamaño que oscila entre 5 y 10 milímetros de diámetro y con una consistencia
como de "arroz crujiente".
Además se
pueden encontrar cambios locales en la piel., hipersudoración, cambios de
temperatura, edema local.
El músculo
con un P.G. se presenta rígido y doloroso a la palpación, limitado en su
amplitud de movimiento. Para palparlo se debe evitar la tensión del músculo
implicado. Se debe situar el músculo en posición de relajación para explorarlo
adecuadamente y despegarlo de las estructuras subyacentes que lo rodean.
A
continuación se realiza la palpación (identificación) del P.G. que puede ser
plana (en músculos planos, por ej.: trapecio inferior), en pinza en músculos
largos y redondeados (por ej.: esternocleidomastoideo) o por presión del
músculo correspondiente (en general en los músculos más profundos, como el
angular). Se encontrará una banda tensa aponeurótica o muscular dentro de la
cual localizaremos el punto sensible hiperirritable (P.G.). A continuación es
necesario explorar la posible existencia de P.G. satélites o secundarios
Una vez
realizada la localización de todos los P.G. (el mapeo) estaremos en condiciones
de comenzar el oportuno tratamiento. En general, cuanto más antigua sea la
lesión más puntos secundarios y satélites podrán generarse, por lo que más
global será el patrón de dolor y más prolongado deberá ser el tratamiento; por
lo tanto, al enfocar el tratamiento, el principal objetivo será localizar el
patrón de dolor y definir de la forma más precisa la localización de los P.G.
que provocan dicho dolor o coexisten con el mismo.
La
distribución y frecuencia topográfica de los P.G. no es uniforme. Se localizan
preferentemente en los músculos de la cabeza, del cuello y cintura escapular:
temporales, maseteros, cervicales, paraesternales, trapecios, supraespinosos,
romboides, esternocleidomastoideo, angular de la escápula, etc. En la región
lumbar (dorso inferior) los que se afectan con más frecuencia son los erectores
del raquis y el cuadrado lumbar. En los miembros inferiores los músculos más
afectados son el cuádriceps, los isquiotibiales y los gemelos. Curiosamente los
músculos más predispuestos a la aparición del S.D.M. con P.G. son aquellos que
funcionan también como músculos respiratorios accesorios. El dolor referido
aparece también más frecuentemente cuando los T.P. se localizan en las áreas
del cuello y hombros.
TRATAMIENTO
El objetivo
principal del tratamiento del S.D.M. consiste en la "Liberación
Miofascial", con la que pretendemos conseguir:
- Recuperar
la elasticidad de las fascias.
- Restaurar
la longitud normal del músculo.
- Eliminar el
dolor muscular.
- Restaurar
el movimiento y la actividad miofascial normal.
- Evitar que
un cuadro agudo miofascial se cronifique.
- Mejorar la
relajación.
- Mejorar el
control del movimiento.
- Hacer más
profundos y eficaces los estiramientos.
- Sentir los
músculos más flojos.
NUESTRA PAUTA
DE TRATAMIENTO
La pauta que
venimos utilizando se basa fundamentalmente en ocho puntos, que realizamos, de
manera consecutiva, siguiendo un orden preestablecido y riguroso, y que son:
1.
DIGITOPRESION GRADUAL PROFUNDA.-
Presión
digital sobre el P.G., realizada con el dedo pulgar, mantenida durante más de
10 segundos, con descansos de 6-8 segundos y que se va incrementando 5 segundos
cada vez que se presiona, hasta alcanzar los 3 minutos o hasta que el paciente
refiere que el dolor en el área de referencia ha cesado.
Esta presión,
dolorosa o desagradable, es isquemiante inicialmente, y secundariamente es
vasodilatadora.
2. FRICCION
TRANSVERSA PROFUNDA DE CYRIAX.-
Se realiza,
según la tolerancia del paciente, durante 2 a 3 minutos. Despega la banda tensa
asociada a los P.G., colabora en la dispersión del foco del P.G., favorece la
analgesia y la vasodilatación, con el consiguiente aumento del aporte de
oxígeno a la zona tratada.
A igual que
la técnica del pulgar, esta es desagradable y dolorosa, por lo que debemos
contar con la colaboración y tolerancia del paciente.
3. CRIOMASAJE
O CRIORREFRIGERACION.-
Favorece la
analgesia temporal desde la superficie, contribuyendo a romper el círculo dolor
-> espasmo muscular, entre la piel, fascia y músculo.
Se inicia
desde la superficie de la piel en que se localiza el P.G. hacia las zonas de
referencia.
4.
ESTIRAMIENTO MIOFASCIAL MANTENIDO.-
Su objetivo
es la elongación de los tejidos acortados: músculo y fascia; devolver al
músculo su longitud normal; y recuperar el rango de movimiento por medios
mecánicos.
Nosotros
utilizamos primero los estiramientos pasivos analíticos de pequeñas porciones
del músculo implicado y a continuación del músculo completo Posteriormente
realizamos estiramientos post-isométricos del músculo implicado.
5. MASAJE DE
AMASAMIENTO.-
Es una
técnica que termina de elastificar las fibras musculares a la vez que favorece
las tres circulaciones: venosa, arterial y linfática. Esta revascularización
por vasodilatación arterial garantiza además la salida de productos tóxicos
acumulados en el músculo -fundamentalmente en el P.G. y en la banda tensa- por
vía de capilares venosos y linfáticos. Las maniobras de amasamiento profundo,
en "esponja", también tienen un efecto drenante.
6. CALOR
HUMEDO.-
Por medio de
bolsas, toallas o hidrocollator calientes, que se colocarán sobre la zona
tratada y cuyo objetivo es garantizar una mejor circulación a la vez que se
relaja y elastifica la zona donde se realizó el tratamiento manual.
7. NUEVO
ESTIRAMIENTO.-
Se realiza
para liberar la tensión residual que pudiera haber quedado tras el anterior
tratamiento. Es un estiramiento pasivo y mantenido, completo y de más corta
duración que se realiza de 6 a 10 veces en 3 minutos. Se estiran grupos
musculares e incluso grandes segmentos (miembro superior o inferior), de esta
manera se liberan las tensiones mioaponeuróticas residuales, generalmente
situadas en los músculos más profundos y que no había sido posible liberar
inicialmente.
8. SILENCIO
PERIFERICO.-
Consiste en
mantener en reposo relativo el área tratada durante 24-48 horas, evitando toda
actividad estresante.
Solo deben realizar las actividades más elementales de la
vida diaria, por lo tanto se evitarán las actividades profesionales y
deportivas.
Este punto
suele descuidarse por la mayoría de los pacientes. Por ello consideramos que es
muy importante que el terapeuta puntualice y reitere esta recomendación.
El dolor
residual "del día siguiente" a la liberación miofascial es habitual
como consecuencia del trauma mecánico que se provoca al aplicar las técnicas de
liberación.
cross tape para puntos gatillo |
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