HIDROTERAPIA
La Hidroterapia o
Hidrohigiene es una técnica perteneciente al área de Estímulos Naturales de la
Naturopatía aunque socialmente es conocida como terapia natural o terapia
alternativa.
BENEFICIOS
La Hidroterapia
consiste en un conjunto de técnicas pertenecientes a la Naturopatía de
Estímulos Naturales que tienen como punto común la utilización del agua para restablecer,
mejorar o mantener la salud y también para contribuir al mantenimiento y mejora
de la belleza.
VENTAJAS
Revitaliza cuerpo y
mente. Mejora nuestra salud física y mental. Contribuye a mantener y regenerar
nuestra belleza. Refuerza el sistema inmunitario.
Características
La Hidroterapia o
Hidrohigiene se considera algo indispensable para mantenerse sano desde el
punto de vista de la Naturopatía, al igual que el sol, el aire libre y la
tierra, ya que estos elementos ejercen sobre nuestro organismo un efecto
revitalizante y fortalecedor.
Así pues, esta técnica o conjunto de técnicas se basa precisamente en eso, en la utilización del agua, con diferentes formas y posibilidades de aplicación.
La utilización del agua
como método terapéutico se basa sobre todo en la gran capacidad de este
elemento para acumular y emitir estímulos de tipo térmico, frío/calor.
El contraste térmico causado
por la aplicación de agua, bien de manera local, bien de manera general,
provoca respuestas en nuestro organismo que se pueden utilizar para tratar o
prevenir dolencias, ya que cualquier estímulo de tipo térmico realizado sobre
la piel, provoca una respuesta en el nivel superficial de la circulación
sanguínea y esta respuesta pasa a través del sistema nervioso a los músculos,
vísceras y a la circulación general, obteniendo así una reacción que favorece
la recuperación y el buen funcionamiento de nuestro organismo.
Las formas de aplicar
estas técnicas de Hidroterapia variarán dependiendo que la dolencia que se
quiera tratar, bien a nivel local o bien a nivel general, con agua fría o
caliente o alternando y realizando contrastes frío-calor o en forma de compresas,
baños, envolturas o masajes, etc.
Estas técnicas, que aparentan ser totalmente
inocuas, deben llevarse a cabo con cuidado y con los conocimientos necesarios,
puesto que un mal uso puede resultar perjudicial, sobre todo en determinadas
dolencias, como es el caso de las enfermedades cardiovasculares que pueden
descompensares, así pues, es necesario extremar las precauciones y utilizarse
de forma meticulosa y seguir una serie de pasos:
- No debe aplicarse frío si nuestro cuerpo
está frío y tras una aplicación de frío se debe entrar en calor, secándose,
abrigándose o haciendo ejercicio.
- La aplicación de calor debe finalizarse
con una aplicación de frío, de corta duración, para provocar una vasodilatación
y reforzar el efecto en la circulación, provocado por la aplicación de agua
caliente.
- Nunca se realizarán estas aplicaciones
mientras se está llevando a cabo la digestión o tras haber consumido productos
como alcohol, café, tabaco, etc.
- La sensación vigorizante después de una
aplicación de Hidroterapia debe ser agradable y no provocar palpitaciones,
mareos o impresión de frío.
HISTORIA
El uso del agua fría,
como medio higiénico y curativo, no es nuevo pues es grande el valor que todas
las naciones le han dado en diversas épocas; así es que, recorriendo las
costumbres de los antiguos, veremos que los espartanos bañaban a sus hijos de
recién nacidos en agua fría y era tanto el aprecio que hacían de dicho medio,
que con el objeto de dar tono y vigor al cuerpo se bañaban en todas las
estaciones del frío en el Eurotas.
Píndaro dice en una de sus odas olímpicas que la mejor cosa es el agua y después, el oro.
Pitágoras recomendaba
mucho a sus discípulos el uso de los baños fríos para fortificar el cuerpo y el
talento. La utilización del agua para recuperar la salud es tan antigua como la
Humanidad, no obstante, Hipócrates fue el primero en considerarla una
ayuda de la naturaleza para restablecer la salud y el equilibrio energético.
Así pues, muchos de los
procedimientos que se utilizan actualmente se utilizaban ya en su época: baños
de vapor, compresas húmedas y calientes, bolsas de agua caliente, aplicaciones
de lodos, etc… datan de la antigua Grecia.
El anciano de Coos, el
gran Hipócrates o sea el padre de la medicina, que añadió las frotaciones en el
baño frío, estaba acostumbrado a usar del referido agente en la curación de las
enfermedades más graves y fue el primero que con su genio profundo y observador
notó que el uso del agua caliente enfriaba, mientras la fría calentaba.
Los macedonios creían que el agua caliente era muy enervante y así es que prescribían a sus mujeres se lavasen con agua fría después de paridas.
El célebre poeta
Virgilio llama a los antiguos habitantes de Italia raza de hombres endurecidos
y austeros, que sumergen a sus criaturas acabadas de nacer en los ríos y los
acostumbran al agua fría lo que nos indica cuáles eran las costumbres de aquel pueblo.
Celso, llamado el
Cicerón de los médicos, usaba el agua para curar el dolor de cabeza y estómago.
Galeno en el siglo II recomendaba los baños fríos, tanto a los que gozaban de
salud como a los que estaban padeciendo ataques febriles.
Posteriormente, los
romanos desarrollaron las técnicas de Hidroterapia, haciendo especial hincapié
en la utilización de las aguas mineromedicinales y, más tarde, ya en la Edad
Media continúa teniendo especial interés toda técnica relacionada con el uso
del agua para restablecer la salud.
Tras el Renacimiento,
donde estas técnicas contaron con bastante auge, no vuelve a tener el
reconocimiento que poseían en la época hipocrática hasta el siglo XIX, cuando
Priessnitz o Kneipp la sacan del olvido.
A fines del XIX crece
el interés de los médicos por los efectos beneficiosos que el agua puede tener
en el cuerpo humano, tanto desde el punto de vista físico, como desde el punto
de vista químico.
A lo largo de la
primera mitad del siglo pasado se desarrollan diversos estudios y diversos
experimentos que tienen como objetivo el agua y sus usos termales y
terapéuticos, pero tras la 2ª Guerra Mundial, los avances de la Medicina
moderna relegan a la Hidroterapia a un segundo plano que dura hasta hace
aproximadamente una década, momento en el que ha vuelto a resurgir como una de
las técnicas más efectivas de la medicina Naturopática, como método de
prevención y como forma de des estrés.
En este conjunto de técnicas podemos incluir:
Lavados; marcha sobre
el rocío, la nieve o el agua; envolturas; compresas; duchas; chorros; chapuzón;
baños; saunas; baños de vapor, etc.
Además de todo esto,
algunas de estas técnicas son de fácil aplicación a nivel individual y en casa,
pero es necesario conocerlas bien y tener algunas precauciones, por ello se
debe consultar siempre a un experto antes de llevarlas a cabo.
TRATAMIENTO HIDROTERAPIA
Los tratamientos de
hidroterapia se pueden aplicar a través de:
Baños. Los baños pueden ser totales o parciales y la temperatura de los mismos varía según el tipo de aplicación que se quiera dar. Se distinguen las siguientes técnicas.
Baños
simples:
se realizan en la bañera o tanque y tienen como finalidad la relajación del
paciente. Pueden ser fríos o calientes.
Baños
parciales: se aplican sobre una parte concreta del cuerpo.
Baños de
vapor:
se utiliza vapor a gran temperatura que se proyecta sobre la zona a tratar
tapándose posteriormente con una toalla.
Baños de
contraste: se aplica agua a diferentes temperaturas de forma
alternativa.
Baños de
remolino:
su efecto radica en la presión que ejerce el agua sobre la parte del cuerpo
afectada.
Baños
galvánicos: se utiliza agua combinada con electricidad.
Hidromasaje
termal:
se trata de un baño con agua azufrada que activa la circulación sanguínea.
Duchas.
Su efecto se produce por la presión que ejerce el agua fragmentada al salir de
la ducha. Existen diferentes tipos de aplicaciones a través de duchas
dependiendo de la presión y el tipo de emisión realizada.
Chorros.
La aplicación se basa en la emisión de agua a alta presión a través de un solo
agujero lo que permite concentrar la acción sobre un punto determinado.
Los chorros se proyectan a diferentes presiones y temperaturas.
Aditivos.
La acción del agua puede complementarse mediante la adición de sustancias en el
baño.
Lavados.
Se realizan pasando un paño húmedo sobre la piel.
Compresas.
Son un tipo de envolturas a las que se adicionan hierbas.
Abluciones.
El agua es derramada directamente sobre el cuerpo.
Sistema Kneipp. Método
creado por Kneipp.
Con la aplicación de la hidroterapia se disminuye considerablemente el stress, se ve reforzado el sistema inmunológico, aumentan las defensas del cuerpo y se pueden combatir los agentes portadores de infecciones.
A nivel deportivo la
hidroterapia se utiliza antes de la realización de un masaje de descarga
deportiva es un complemento muy bueno y efectivo que ayuda al deportista a
relajarse y a evitar posibles lesiones.
En el campo terapéutico
la hidroterapia es muy efectiva tanto para mayores, jóvenes y niños.
INFORMACION DE INTERES COMUN
Uno de los grandes
fundaciones referentes a este aspecto es la área de hidroterapia de la Fundación NUMEN,
que en la actualidad es la que más innovadora en el campo hacia las personas a
las que va destinada, niños y jóvenes con grave afectación cerebral y altos grados de discapacidad, obtengan los beneficios científicamente demostrados que esta actividad
proporciona en los pacientes
neurológicos, y que vienen determinados
por los efectos del agua a una
temperatura de 34º, el calor disminuye la sensibilidad de las terminaciones
nerviosas contribuyendo a una
disminución del tono muscular produciendo un efecto relajante, la flotación
confiere sensación de ligereza y
facilita la movilidad al contrarrestar la acción de la gravedad y la viscosidad contribuye a una postura más estable.
En el agua los niños con Parálisis Cerebral pueden realizar movimientos que le son
imposibles en el medio terrestre.
Indicaciones
Artritis, Artrosis, Cansancio,
Cefaleas, Dermatitis, Estrés, Lumbalgias, Problemas circulatorios, para
deportistas, Etc.
Contraindicaciones:
La aplicación de las
técnicas de Hidroterapia o Hidrohigiene puede poseer contraindicaciones en
determinados casos de sentido común como:
Dolencias que conlleven procesos febriles.
Enfermedades infecciosas que puedan transmitirse con el
agua.
Estados de debilidad extrema.
Incontinencia.
Patologías cardíacas.
Patologías respiratorias de grado severo.
Patologías vasculares.
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