MASAJE PRENATAL

MASAJE PRENATAL

Una ayuda para algunas molestias del embarazo.

El masaje prenatal es un masaje relajante, dulce y envolvente. Este masaje sólo puede empezar a recibirse a partir del cuarto mes y siempre en manos de expertos que dominen la técnica.

Este masaje es muy recomendable para las mamás embarazadas y sus bebés porque mejora la circulación sanguínea, suavizan la piel y la musculatura, rebaja y relaja el dolor de piernas y espalda y mejora el sistema inmunitario y respiratorio.

 Este masaje también aumenta el bienestar en la futura mamá y produce una mejora de autoestima y aceptación para los innumerables  cambios corporales que sufre el cuerpo durante y tras el embarazo.

El masaje prenatal: también crea un momento precioso entre madre e hijo porque establece un contacto más estrecho entre la madre y su bebé ya que el feto es muy sensible al estado de la madre y reacciona a los estímulos ambientales desde el cuarto mes de embarazo.  Este masaje ayuda a crear un ambiente uterino más sano y tranquilo para el bebé.
 

Estos beneficios serán mayores si el masaje es aplicado por la pareja, pero para eso es necesaria la asesoría de un especialista que indicará los movimientos, presiones y cuidados que la madre necesita.

Este masaje en embarazadas también ayuda a prevenir estados de estrés en la futura mamá y esto es fundamental, ya que estudios recientes están investigando sobre la importancia determinante que los nueve meses de embarazo tienen sobre la vida del bebé y su repercusión cuando éste sea adulto.

Hasta ahora se ha demostrado que un período de estrés maternal durante el embarazo puede llegar a provocar retraso en el desarrollo neurológico, hiperactividad y trastornos del sueño en el niño.

Además la ansiedad de la embarazada puede afectar incluso al desarrollo del feto.

TECNICA DEL MASAJE PRENATAL

Antes de comenzar con el masaje prenatal, es importante preparar un ambiente adecuado.

Recordemos que la madre gestante no debe haber ingerido ni alimentos ni líquido dos horas antes del inicio de la sesión.

Debe echarse de costado, utilizando almohadas para poder apoyar el vientre y acomodar las piernas.

El masajista trabaja con las yemas de los dedos o las palmas de las manos, consiguiendo que los movimientos sean suaves, circulares y rítmicos, sobre los grupos musculares. Esporádicamente se puede ejercer una ligera presión con las palmas en la espalda de la paciente, desde el cuello hasta la espina dorsal.

Los lados son masajeados con las yemas de los dedos, formando círculos y luego, igualmente, el resto del cuerpo:

La espalda, los hombros, las piernas, los brazos, el vientre, el cuello, el pecho, la cabeza y el rostro.  

El proceso completo, dura alrededor  de media hora.

BENEFICIOS DEL MASAJE  PRENATAL

Toda futura madre sabe el esfuerzo que representa llevar un bebé consigo, lo cual le genera un estado de ansiedad que puede resultar perjudicial para ambos.

En tal sentido, los masajes prenatales son un gran aliado, contribuyendo a la liberación de endorfinas, que ayudan a repeler es stress maternal. También son una fuente de vitalidad que sirve para compensar las energías extras, que pierden las madres gestantes, durante la labor que representa el embarazo.

No olvidemos que estos masajes son una terapia, y por lo tanto, surten efectos positivos en base a su constancia. Estas sesiones aplicadas de manera periódica ayudan mantener un equilibrio físico – emocional.

Las mujeres que llevan un embarazo armonioso, reduciendo las molestias comunes gracias a esta técnica, pueden afrontar el momento de parto con una mayor tranquilidad.

PRECAUCIONES DEL MASAJE PRENATAL

El masaje prenatal es altamente recomendado como una terapia beneficiosa, tanto para la madre como para el bebé, sin embargo, requiere de un cuidado y precauciones especiales que no demos desconocer.

Se debe tener en cuenta si el embarazo se ha llevado o no con normalidad hasta el momento.

De haberse presentado complicaciones, es necesario que su medico apruebe cualquier tipo actividad física, por más leve que sea.

Clínicamente hay algunas circunstancias concretas en las que no es aconsejable aplicarlo, por ejemplo, en casos de fiebre, vómitos, dolores inusuales, hipertensión o cuadros diabéticos, entre otras anomalías.

De igual modo hay que tener presente, evitar realizar los masajes sobre contusiones, infecciones, inflamaciones o várices.